El Palacio de Festivales de Cantabria se levantó en 1990 para convertirse en el eje cultural de la ciudad. Un espacio multidisciplinar (teatro, cine, música, danza) que ofrece una programación artística continuada a lo largo del año, atrayendo a personalidades relevantes de la escena tanto nacional como internacional. Además es desde su inauguración, sede del Festival Internacional de Música y Danza de Santander que, desde 1952 y hasta ese momento, se celebraba en la Plaza Porticada.